La ovulación se caracteriza por el crecimiento y ruptura de los folículos localizados en los ovarios que a su vez descargan un óvulo que permanece en la cavidad peritonal. Una vez en la trompa de Falopio viaja hacia el útero esperando ser fertilizado por un espermatozoide. La primera división de células ocurre tan solo 24 horas después de la fertilización. Al cabo de cuatro días la división de células continúa, formando así un blastocito que será depositado en la cavidad del útero. Una semana después de ser fertilizado el óvulo, este se aferrará firmemente a la pared del endometrio para así continuar el proceso de crecimiento y convertirse en embrión
Fig. 1: A, esquema de una ovario en donde se ven folículos ováricos en distintas etapas de desarrollo. B, fotografía tomada de un corte histológico visto al microscopio óptico de un ovario.
En los ovarios de una mujer durante el desarrollo embrionaria hay aproximadamente unos dos millones de folículos, de los cuales, el 99,9% no llegará a madurar. Estos folículos pasan por una serie de etapas a medida que van madurando. Primero constan solamente de una capa de células aplanadas, las células foliculares, que rodean a un único ovocito (el futuro óvulo), estos son los folículos primordiales (Fig. 1A y 1B).
Aproximadamente cada 28 días, a partir de la pubertad y por acción de hormonas hipofisiarias (foliculoestimulante y luteinizante), 4 ó 5 de estos folículos primordiales comenzarán a madurar, transformándose en folículos primarios (Fig. 1A y 1B). Sólo uno de estos 4 ó 5 continuará su crecimiento, el resto sufrirá un proceso degenerativo denominado atresia folicular. En los folículos primarios se observan varias capas de células foliculares y el ovocito es un poco más grande y a su alrededor se ha formado la zona pelúcida, membrana de vital importancia en el momento de la fecundación.
Continuando con el desarrollo folicular y cuando la capa de células foliculares alcanza un espesor de varias hileras de células, entre las mismas aparecen varias cavidades pequeñas llenas de líquido que es secretado por las propias células foliculares. En esta etapa el folículo recibe el nombre de folículo secundario (Fig. 1A y 1B) y tiene un diámetro aproximado de 10 mm. Posteriormente las cavidades se unirán formando el antro folicular.
La presencia del antro folicular desplaza excéntricamente al ovocito. En esta etapa se lo denomina folículo maduro de De Graaf., el cual se caracteriza por un gran antro (Fig. 1B)
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